¡Preparados, Listos,….Ya!
Empezamos la cuenta atrás para la puesta punto del próximo verano. Sobre esta época, cada vez me asombra más ver el desfile primaveral de personas por distintas consultas preguntándose ¿Y este año, qué me hago?
Hay doce meses y no entiendo porqué esa carrera de ¿Preparados, Listos?, ¡Ya! en los dias antes del verano. Me gusta el dicho que los extremos no son buenos y que la virtud está en el justo medio. El equilibrio. Esto es lo que necesitamos ahora, equilibrio para mantenerse en forma, con una vida sana y a lo largo de todo el año, no sólo en el sprint final.
Pero antes de la carrera, ya nos encontramos con el primer obstáculo, tal es la indecisión que da no tener claro lo que necesito. Difícil tarea. Tenemos tanta información de tratamientos y lugares donde acudir que es un estrés tanto para los pacientes como para las consultas.
Para poder aclararos yo me preguntaría tres cosas:¿Qué quiero?¿Qué necesito?¿Cómo elegir?
– La primera. Si quiero mejorar algo de mi imagen las soluciones pueden ir desde aplicarme una crema, darme un masaje, ir a una consulta médica..o someterme a una operación quirúrgica.Todo dependerá de lo que quiera conseguir y del presupuesto que estaría dispuesto a gastarme. Evidentemente, por sentido común, no todas las soluciones pueden dar el mismo resultado ya que el grado de invasión es diferente a medida que vamos subiendo cada escalón.
– Entonces vamos a la segunda pregunta, “¿Qué necesito?”. Lo mejor es dejarte asesorar por un profesional, que él vea tu perfil psicológico y pueda valorar tu problema estético real.
El ansia por querer llegar a la meta, hace que aumente el peregrinaje de gente por muchos centros en busca de tratamientos milagrosos. Aquí es donde veo casos que no han sido bien diagnosticados, muy habituales en celulitis, flaccidez, acumulos grasos etc, y que según el tratamiento elegido pueden empeorar el problema real del paciente.
Hay que saber también, que hay personas con mucha obsesión por el cuerpo, que no aceptan los cambios propios de la edad, que suele pasar factura en forma de caída de la piel del rostro. Es importante recomendar una armonía entre la edad, la cara y el cuerpo sino no podemos hablar de salud estetica.
– De ahí, la tercera pregunta “¿cómo saber elegir?”.Si quieres un médico, y tienes dudas, puedes llamar al colegio de medicos de tu provincia donde te informarán si está acreditado para la medicina estetica y de igual manera con el cirujano.
Si prefieres un tratamiento no médico, déjate aconsejar por un profesional de confianza, pero sea cual sea tu elección, tanto unos como otros tenemos la obligación de decir hasta donde podemos llegar para ayudarte, pues la mayoría de las veces los milagros no existen, muy a nuestro pesar. Aunque sea primavera.
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