Retoques para sacarse más partido
La experiencia que acumulo por visitas de pacientes que buscan hacerse retoques para sacarse más partido me ayuda mucho en mi trabajo.
La mera observación de la expresión corporal y facial que muestran en el trayecto hasta su silla me da pistas. La entrevista que sigue suele corroborar el primer esbozo (intuitivo) realizado. Ésta es el inicio del proceso diagnóstico y, normalmente, el de su plan de tratamiento.
Me gusta fijarme en los gestos de expresión, y descubrir cómo embellecer a la persona que tengo delante. Embellecer no es seguir los cánones de belleza, ni lo que dicte la moda. Se trata de ayudar a resaltar y mejorar lo más bonito de cada uno.
En pacientes menores de 35 años, los tratamientos suelen sustanciarse en sesiones únicas dedicadas a labios, rinomodelacion, alguna arruga de expresión y renovación de piel.
Cuando rondamos los 40, 50, 60…, empieza a ser más complicado. Suele también ser necesario planificar los retoques y pactar con la paciente su aplicación escalonada a lo largo del tiempo que dure el tratamiento (que ya no es una única sesión) y, por tanto, gestionar sus expectativas de resultados, que también aparecerán de forma escalonada.
Lo suelo resumir en estos retoques:
- Levantar la caída de los tejidos que sustentan el cutis con inductores de colágeno
- Reponer por medio del Ácido hialurónico, las pérdidas de: volumen, ojeras, pómulos, labios, mentón y óvalo facial.
- Relajar las arrugas de expresión para prevenir que se acentúe el entrecejo frontal y las patas de gallo
- Y por último mejorar la calidad y salud de la piel.
A medida que los pacientes hacen sus tratamientos y van adaptándose a los pequeños cambios, me gusta también asesorarles sobre el pelo, maquillaje… Recuerdo una paciente que cuando terminó su tratamiento y le puse rímel en sus pestañas lloró emocionada. Era la primera vez que alguien se lo ponía y esa pequeña atención la conmovió.
El factor emocional acompaña a los pacientes en el proceso y cobra relevancia especial en el momento en que éstos comprueban en si mismos el resultado final de los retoques. Yo misma intento gestionar sus expectativas emocionales: al comienzo, durante y al final del tratamiento. Creo que esto importa -y mucho-. El emocional es el factor que, en positivo, nos ayuda a querer aprender a sacarnos partido y, llenas de ilusión, a mostrar nuestra nueva belleza a un mundo lleno de oportunidades. Por eso muchas de ellas me lo agradecen también con un abrazo. Y yo lo disfruto.
Os dejo con algunas imágenes del resultado de mi trabajo. Son ejemplos de pacientes que consiguen verse más descansados, alegres, más jóvenes, sacándose más partido con pequeños retoques.
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