Dar Alegría a los Años : Artículo en Revista de la Salud: Septiembre 2019
“A veces no todos somos capaces de asumir el cambio que experimentamos
con el paso del tiempo. Depende de muchos factores, entre ellos la genética, alimentación, nuestra salud, tanto a nivel neuronal, digestivo, cardio vascular, los hábitos buenos y no tan buenos que tengamos (tabaco, alcohol, café, el sol). Pero sobre todo hay un factor muy importante y es la repercusión de nuestro estado emocional en nuestro organismo y la gestión y control del mismo. La actitud frente a momentos difíciles, influye enormemente en nuestro desgaste, desequilibrio y como consecuencia un mayor envejecimiento celular.
Es bueno hacer una foto antes de empezar el tratamiento que suele plasmar el cansancio, desánimo y amargura. Mi objetivo sería ayudar a ese cambio emocional, dando a la foto del después una segunda oportunidad que nos ayude a reflejar más luz, vida y a dar Alegría a los años.
Este caso que os presento es una prueba de ello, recuerdo el llanto y la emoción de esta paciente cuando cogió el espejo para verse en su segunda etapa.
Por eso es muy importante saber pactar con cada paciente lo que queremos obtener, siempre combinando las mejores técnicas y sin recurrir a la cirugía.
Hay que mirar el rostro como un todo, intentando sacar lo máximo y mejor de cada uno de la forma más sutil, natural y elegante posible, eso es lo que marcará la diferencia de tener o no un buen resultado.
En la imagen comparativa, decidimos empezar por la mirada y arrugas de expresión. La gravedad no perdona y tenemos que reposicionar volúmenes
perdidos con ácido hialurónico en ojeras, pómulos, mentón, óvalo facial y nariz y todo sin pasar por quirófano, y haciendo vida normal. También colocamos unos hilitos tensores para potenciar la subida de la cara y toxina botulínica para abrir la mirada. No inflama, y si está bien hecha la técnica, queda muy natural.
El resultado ha de ser acorde a la edad biológica y la personalidad de cada uno. Se trata de dar Alegría a los años aplicando siempre las técnicas de forma equilibrada. Poco a poco, con sensatez y sentido común. Como en cualquier otra profesión.
Revista de la Salud, Septiembre 2019 “